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domingo, enero 15, 2017

Un pedacito de Umberto Eco

Caracas, 1981.
No es necesario explayarse en abundancia cuando uno quiere hablar bien de Umberto Eco. Lo único que quisiera compartir aquí es un fragmento de "Confesiones de un joven novelista". Todo comienza con un dato: un estudio reveló que la quinta parte de los adolescentes británicos creía que, entre otros, Winston Churchill era un personaje de ficción, mientras que, entre otros otros, Sherlock Holmes era una persona que había existido realmente. Transcribo la explicación de Umberto Eco que, en definitiva, va por el lado de esa corriente que sostiene que no hay mayor ficción que la propia realidad:

«...Tenemos acceso cognitivo al mundo de Edipo, y lo sabemos todo sobre él y Yocasta, pero ellos, aun viviendo en un mundo que depende parasitariamente del nuestro, no saben nada sobre nosotros. Los personajes de ficción no pueden comunicarse con personas del mundo real.
   Este problema no es tan caprichoso como parece. Por favor, traten de tomárselo en serio. Edipo no puede imaginarse el mundo de Sófocles, de otro modo, no acabaría casándose con su madre. Los personajes de ficción viven en un mundo incompleto, o, para ser más rudos y políticamente incorrectos, en un mundo discapacitado.
   Pero cuando verdaderamente entendemos su destino, empezamos a sospechar que también nosotros, como ciudadanos de aquí y ahora, topamos con nuestro destino simplemente porque pensamos en nuestro mundo de la misma manera que los personajes de ficción piensan en el suyo. La ficción sugiere que quizá nuestra visión del mundo real sea tan imperfecta como la visión que los personajes de ficción tienen del suyo. Por este motivo, los personajes de ficción bien construidos se convierten en ejemplos supremos de la "verdadera" condición humana.»

Recomiendo la obra completa.


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